La credibilidad de los nativos digitales

Internet nació, creció y se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo, reproduciéndose en distintas plataformas interconectadas que nos permiten agilizar la comunicación a nivel personal y profesional. Con esta evolución aparecieron los medios nativos digitales, estos no son más que cuentas creadas con la finalidad de servir como fuente de información al igual que lo han hecho los medios tradicionales durante muchos años.

Se ha vuelto habitual consultar las cuentas en redes sociales que sentimos cercanas por afinidad ideológica, por ser cuentas creadas por nuestra comunidad o por la trayectoria que tenga la persona. Sin embargo, esto no debería asegurar que son canales de información confiables.

¿Cuántas veces hemos consultado una cuenta local en nuestras redes sociales solo para informarnos sobre el tráfico o enterarnos de los sucesos del día? Estas cuentas tienen una agenda informativa establecida, ya que según su público saben el tipo de información que les resulta más efectiva y les genere más interacciones. Es por esto que debemos tener cuidado al utilizar estas cuentas como una referencia informativa, ya que no comunican con objetividad sino siguiendo estos parámetros que harán que la noticia se vea mucho más llamativa y puedan beneficiarse de estas interacciones.

El efecto que causan estas informaciones puede ser positivo o negativo dependiendo del caso, ya que muchas de estas cuentas se encargan de hacer mucho más digeribles aquellos datos complicados o demasiado técnicos, pero existen otras en las que se puede tergiversar la información cambiándole el sentido al mensaje o contando simplemente lo que les resulte más beneficioso para el tráfico de la cuenta, dejando de lado la parte más ética o responsable de la información.

En estos momentos donde la audiencia es comunicadora y productora de contenido es importante conocer cuales son los canales de información confiable, ya que no todo el mundo informa de manera desinteresada. El monopolio de la información ya no está en manos de los medios tradicionales, sino que se ha ampliado el espectro para recibir en el mercado a una gran cantidad de cuentas informativas que coexisten y se desarrollan en las redes sociales.

Todos nosotros como parte de estas comunidades digitales tenemos la responsabilidad de contrastar antes de compartir, de verificar la información que recibimos y no dejarnos llevar por los likes o las presuntas influencias que pueda tener una cuenta.

Ashley Barrera